sábado, 31 de enero de 2015
DEMIS ROUSSOS ΑΙΩΝΙΑ
No puedo dejar de escribir unas palabras por Demis Roussos, el cantante griego fallecido hace unos días y que tantas veces acompañó a toda mi generación, cuando únicamente había un canal de televisión -y luego 2-. Su música estaba repleta de éxitos que sonaban en la radio, en las fiestas, y por supuesto en los programas musicales de la televisión. QEPD (aunque no lo entienda alguna presentadora de televisión analfabeta).
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*Forever and ever.
El cantante griego Demis Roussos falleció el pasado sábado 24 de enero a los 68 años de edad en su casa en Grecia. Su hija Emily confirmó la noticia al diario francés Le Figaro.
El periodista y presentador greco-francés Nikos Aliagas, cercano al fallecido artista, confirmó la noticia a través de su cuenta en Twitter y explicó que el fallecimiento se había producido en Atenas.
"Acabo de enterarme de la muerte de mi amigo Demis Roussos, en la noche del sábado al domingo, en Atenas. Profunda tristeza por un gran artista".
Según los medios franceses, la familia de Roussos prefirió esperar hasta este lunes para dar a conocer la noticia de forma que esta no coincidiera con la histórica jornada electoral vivida el domingo en Grecia, en la que el izquierdista Syriza se hizo con una amplia mayoría.
La cantante griega Nana Mouskouri reconoció encontrarse "muy muy emocionada" por el fallecimiento de Roussos, de quien aseguró ser una gran amiga, en declaraciones a la televisión francesa BFMTV.
Nacido en Alejandría (Egipto) en junio de 1946 en una familia griega de confesión ortodoxa, Artemios Ventouris Roussos regresó a tierras helenas a los 12 años y se inició en el mundo de la música en los años sesenta, primero como humilde trompetista de bar, después en un conjunto y finalmente en solitario, con gran éxito en la década de 1980.
Roussos, que labró gran parte de su popularidad en Francia, formó parte de Aphrodite's Child, como bajista y cantante de temas como Rain and Tears, compuesto por Vangelis.
Tras la disolución de la banda en 1971, lanzó su carrera como solista, consagrándose en 1973 con el disco Forever and Ever y convirtiéndose diez años más tarde en una estrella internacional con unos 60 millones de discos vendidos en todo el mundo.
Roussos, recordado por sus formas orondas y su barba y melena blanca, colocó su voz suave y melódica al servicio del amor, con canciones como Quand je t'aime, Mourir auprès de son amour o Loin des yeux loin du coeur.
Publicó cerca de treinta álbumes a lo largo de su carrera, con canciones en griego, francés, alemán, inglés o español. El último de ellos llegó a las tiendas en 2009, cuando el músico tenía 63 años. Había decidido alejarse de la música y de los escenarios y regresar a vivir en Grecia.
PERROS
El saber no ocupa lugar (en este caso razas de perro). Pero recuerda, si quieres un perro lo mejor es que te acerques a alguno de los refugios caninos de tu ciudad y adoptes uno allí. Ellos te lo agradecerán con creces y para toda la vida.
¿PUEDE UN ATLETA SER VEGANO?
Hay célebres casos de grandes deportistas que no comían
derivados animales, pero la literatura científica no lo tiene claro
Los pros y
los contras.
Durante décadas, los términos atleta y vegetariano se han
considerado casi excluyentes, pero lo cierto es que cada vez más profesionales
y aficionados al deporte mantienen su buen estado físico a base de dietas en
las que no tienen cabida las proteínas animales. La historia de mayor éxito
deportivo relacionada con este tipo de alimentación restrictiva es, sin duda,
la de Carl Lewis, que la adoptó en 1990 (prescindía, también, de leche y
huevos). Un año más tarde, durante el Campeonato Mundial de Tokio 1991, lograba
el récord de los 100 metros. El hijo del viento, como se le conoce
popularmente, ha reconocido: "Mi mejor año de competición en la pista fue
el que seguí una dieta vegana [vegetariana estricta]”. No es el único. Un icono
del running, Bart Yasso, es vegetariano. También lo son Scott
Jurek, uno de los mayores ultramaratonianos de todos los tiempos, Brenda
Brazier, triatleta Ironman, y el culturista Robert Cheeke, entre
muchos otros. Entonces, parece que la respuesta a la pregunta es sencilla:
"sí, se puede competir al más alto nivel
deportivo alimentándose solo de vegetales",
dirán ustedes. Pues las cosas no están tan claras.
En 2009, la Asociación Americana de Diabetes (ADA) admitía: “Las dietas vegetarianas
adecuadamente planificadas, incluidas las totalmente vegetarianas o veganas,
son saludables, nutricionalmente adecuadas y pueden proporcionar beneficios
para la salud en la prevención y en el tratamiento de ciertas enfermedades.
Bien planificadas son apropiadas para todas las etapas del ciclo vital,
incluido el embarazo, la lactancia, la infancia y la adolescencia, así como
para los atletas”.
No obstante, la ADA, junto con los Nutricionistas de Canadá
y el Colegio Americano de Medicina del Deporte, sostienen en un documento conjunto la necesidad de que los
deportistas fieles a este tipo de dietas secunden una alimentación
correctamente planeada. En el informe se insiste, además, en que este tipo de
alimentación, libre de proteínas animales, puede ligarse a determinadas
carencias como la vitamina B-12, importante para los atletas de resistencia, ya
que afecta a la producción de glóbulos rojos. Primera pista: vegetarianismo,
sí, pero tutelado por un especialista.
Pista número 1: vegetarianismo sí,
pero tutelado por un especialista. Pista número 2: depende del tipo de
competición que se practique.
Algunos reputados expertos en nutrición y deporte, como Nancy Clark, han reconocido recientemente
en The New York Times: “En
la última reunión anual en San Francisco del Colegio Americano de Medicina del
Deporte, se realizó una presentación sobre los atletas vegetarianos.
Básicamente, concluía que no hay suficiente investigación para saber cómo este
tipo de dieta afecta a los deportistas. Es posible que algunos tengan niveles
bajos de creatina, un nutriente que se obtiene exclusivamente de la carne y que
puede ayudar durante sesiones cortas de ejercicio intenso, como las carreras de
velocidad. Pero no es necesario, en mi opinión, consumir suplementos del mismo.
Mi sensación es que el entrenamiento duro supera todos los obstáculos. La
dieta, si es saludable, no va a marcar muchas diferencias”. No es de la misma
opinión Amil López Viéitez, doctora en Farmacia,
nutricionista y autora de Dieta Coherente, que sí aboga por los suplementos
nutricionales en el caso de los deportistas veganos, "para evitar
carencias de vitamina B12, B2, hierro, calcio, vitamina D, cinc, omega-3,
etcétera”. "Así, por ejemplo, las mujeres atletas deben incluir
alimentos ricos en calcio, como las algas (hiziki, wakame, arame, kombu), las
legumbres, los frutos secos, semillas de sésamo y gomasio (sal de sésamo). Muy
importante es, también, asociar la vitamina D al consumo de los lácteos. En el
caso de su falta de ingesta, se recomienda la yema de huevo o de margarinas
enriquecidas. Los niveles de hierro y vitamina B12 deben supervisarse
analíticamente para reforzar la alimentación con alimentos enriquecidos en
ambos nutrientes como legumbres, frutos secos, acelgas, espinacas, avena y
perejil, acompañados de una ensalada aderezada con vinagre o con un zumo de
naranja para favorecer su absorción”, prosigue la especialista. Aunque verdaderamente existen pocos trabajos científicos con
la dieta vegetariana y el deporte como protagonistas, uno de los últimos en
llegar (el análisis de una triatleta vegana publicado en Cardiology el año pasado) concluye: “El
caso clínico de una triatleta vegana solo puede proporcionar indicios de que
una dieta vegetariana, por lo menos, no es perjudicial para la salud. Incluso
en relación con un triatlón de larga distancia, los datos muestran que el
rendimiento es similar a los conseguidos por deportistas que siguen una dieta
mixta. Estas conclusiones no pueden extrapolarse a distancias cortas y
competiciones olímpicas, dado que en ambas es necesario un rendimiento
explosivo que requiere la intervención del ácido láctico". Segunda pista:
depende del tipo de competición que se practique.
Manuel Villanueva, director médico de Avanfi-tulesiondeportiva.com,
reconoce la importancia del debate. "La alimentación es un factor muy
importante a tener en cuenta para todas aquellas personas que tienen una
actividad física moderada o elevada. Si este aspecto no se cuida, el
rendimiento será pobre, aparecerá la fatiga, no se mejorará la forma física y
se eleva el riesgo de sufrir lesiones o enfermedades”, dice. Para Antonio Ríos
Luna, del equipo médico del club de fútbol AD Almería, es prioritario
personalizar la nutrición en función de la actividad física. "Y al final
de todo se trata, simplemente, de que el organismo pueda reponer sus reservas
lo antes posible después de un esfuerzo intenso, y esté preparado así para el
siguiente entrenamiento o competición”, insisten ambos expertos. Por lo que más
allá de comer o no carne, para el doctor Álvaro Iborra estos son los errores
esenciales en los que un atleta jamás debe caer: abusar de los azúcares de
rápida absorción (chocolates o dulces), seguir comiendo igual en periodos de
menos entrenamiento, no hidratarse correctamente y excederse en el consumo de
alcohol y café.
TARDE ARGENTINA
Lo sé, no fue una buena idea, pero ¿a quién no le tienta una tarde de sábado en casa viendo una buena película argentina? Claro que cuando uno no está en el máximo de la curva de los biorritmos una película con tanto corazón quizá no sea la mejor elección. En cualquier caso, a lo hecho pecho. Vi "Luna de Avellaneda", preciosa película, humana, como la vida misma. A pesar de su decadencia añoro Buenos Aires.
MACKINTOSH
Persiste la llovizna, la niebla, los colores diluidos y el frío, por lo que el paseo mañanero dejó la moto resguardada. Desayuné en La Laguna con un libro heredado de mi abuelo -¡una primera edición del 56!-, "Historias de medio siglo" de W. Somerset Maugham. Leo un rato el relato titulado Mackintosh, el cual pienso terminar esta misma mañana en casa, mientras espero a un buen amigo con el que he quedado para despedirme pues se va a vivir a Miami. Así lo hago, deseándonos suerte mutua, para recoger todo lo que suelto sobre la mesa y volver a casa. Ahora, con un vinilo de Pavarotti sonando, aprovecho para poner el correo al día y prepararme para un resto de mañana de amo de casa: me he propuesto limpiar la cocina y cambiar los libros de recetas de lugar.
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*Core 'ngrato
LÁZARA O LAS VICISITUDES DE UN VIERNES CUALQUIERA
Hoy ha lloviznado durante todo el día, y ha habido niebla y frío. Aún así opté por desplazarme motorizado para poder hacer las cosas que tenía previsto sin perder un minuto en la desagradable tarea de encontrar una plaza de aparcamiento para el coche. De esta manera llegué esta mañana a La Laguna, con las piernas empapadas y calado hasta los calcetines; desayuno en el Carrera y de allí al banco. Ignoro si es porque estamos a fin de mes o porque el lunes es día de fiesta, pero el hecho es que la cola en el banco llegaba hasta la puerta: cuatro ventanillas, solo dos ocupada y, a los veinte minutos, una de las señoritas decidió hacer algo más importante y nos dejó a los pacientes esperando ser atendidos por una única persona. Calculo que, cuando llevaba casi media hora de pie esperando, se acercó una señora cojeando lentamente, con una muleta y cara de no haber roto un plato jamás. De esa guisa llegó a la que ocupaba el primer puesto de la cola, una mujer, a la que preguntó "mi niña, ¿podrías dejarme pasar? es que tengo un poco de prisa". La señora contestó, muy educadamente, "no señora, lo siento, llevo más de media hora esperando aquí y también tengo prisa" (¡olé!, pensé yo, con un par). Y, como si a Lázaro le hubieran dicho la famosa frase, la señora coja, con la muleta despegada del suelo, se dio media vuelta y rauda desapareció por la puerta del banco hacia la catedral. ¡Milagro, milagro! clamamos todos.
Después de perder una buena horita en esta dichosa sucursal -por obra y gracia de Hacienda, volví a coger la moto, esta vez para bajar a Santa Cruz, Más cosas, almuerzo y a casa de nuevo.
Los planes que tenía para esta noche eran un poco más entretenidos, pues había comprado la entrada de uno de los conciertos del Festival de Música de Canarias de este año. Bajé una hora antes para aparcar sin problema -sí, en coche porque no me apetecía subir a las tantas en moto, congelándome- y, para mi sorpresa, la enorme explanada de aparcamientos entre el Auditorio y el Parque Marítimo estaba completamente llena, a rebosar. ¿Razón? la final del concurso de murgas ¡horror!, ¿y ahora dónde aparco? Recordé que en los bajos del auditorio se encuentra el que posiblemente sea el parking más antipático del mundo, pero adonde me dirigí igualmente. Antipático porque en él todos los caminos conducen a Roma, en este caso a la barrera de salida, y ya se pueden imaginar el caos de tráfico a la hora de salida del concierto. No había otra opción, prepagué (usé la opción "prepago", pero ¿existirá este verbo?) y subí al atrio del recinto a hacer tiempo.
El concierto estupendo, mucho nivel. Ya en casa.